Producción Galardonada

PREMIO BANCO FRANCES AL EMPRENDEDOR AGROPECUARIO

Postulante: INSTITUTO DE FOMENTO AGROPECUARIO E INDUSTRIAL

Organismo Autárquico del Estado Provincial

Provincia de Misiones – República Argentina

Rubro: Actividad agropecuaria con orientación tecnológica y productiva

Objetivo: Incorporación de nuevas alternativas de producción

Actividad inicialCultivo de caña de azúcar y su proceso en el Ingenio Azucarero San Javier

Actividad alternativa: Reconversión de la actividad tradicional convencional a la Producción Orgánica.

Fecha de implementación

Del Programa de

Reconversión:

Fecha del primer resultado: En el año 1998, el Ingenio Azucarero San Javier, produjo las primeras 521 toneladas de AZUCAR ORGANICO en la República Argentina.

 

NUEVAS ALTERNATIVAS DE PRODUCCION EN LA PROVINCIA DE MISIONES

– AZUCAR ORGANICO –

* Reseña histórica y situación inicial:

El cultivo de caña de azúcar en Misiones, se remonta al siglo XIX. En la década del 1950, se instaló en la localidad de San Javier, un ingenio azucarero, que funcionó bajo la figura de empresa Cooperativa hasta fines de la década del 90´, instancia de la situación nacional de la actividad, que desembocó en su quiebra.

Atendiendo a la crisis social que provocó el cierre del establecimiento, involucrando a familias productoras de nueve municipios, el Estado Provincial, por ley N 3276 del 11/04/96, expropió el establecimiento, disponiendo su reactivación con gerenciamiento y administración a cargo del Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (IFAI).

Las condiciones imperantes, aconsejaban una transformación de la producción tradicional, seleccionando nuevas alternativas que se orientaran a lograr un producto final requerido por mercados selectivos y menos competitivos, con mejores precios y por ende mayor retribución a los productores. Del diagnostico surgió como alternativa más conveniente, la producción de azúcar orgánico, primando en la ecuación económica el concepto de equidad que merece la retribución justa a los trabajadores.

Planificación de la empresa para llegar a los resultados actuales:

Objetivos:_Transformación de la producción cañera convencional a orgánica

Transformación del proceso industrial del ingenio azucarero para obtener el producto orgánico según exigencias de normas nacionales e internacionales.

Restablecer el espectro socioeconómico de la subregión.

Reconversión de la Producción: Tomando como base los productores que históricamente proveyeron de la materia prima al ingenio, se comenzó con la tarea de recomponer su capacidad y espíritu de trabajo en torno a la experiencia que acumularon a través de generaciones que dedicaron a la actividad cañera, alentando su interés en reconvertir el manejo de los cultivos, de convencional a orgánicos.

Los capacitadores, trabajadores sociales y técnicos, conocedores, de la realidad vigente, impulsados por una firme decisión gubernamental, se volcaron a esta acción, convencidos de que la debilidad que generalmente presenta el minifundio en determinada faz productiva ( tal este caso ), se podría tornar en fortaleza al acometer la producción orgánica.

Esta técnica de manejo, demanda y ofrece pleno empleo familiar en las pequeñas explotaciones donde se radican, y requiere mano de obra extrafamiliar para las medianas y grandes en esta escala comparativa.

El porqué de la gran demanda de mano de obra para la producción orgánica, radica fundamentalmente en las siguientes exigencias: Prohibición de empleo de agroquímicos específicos en, fertilización, combate de malezas y plagas.

Esto implica, desarrollar actividades simultaneas vinculantes, como el compostado orgánico producto de los excrementos de animales vacunos u otros, combinados con deshechos de origen vegetal, sean de bagazo y cachaza de caña, virutas y aserrines del aserrío maderero, u otros. Permite a su vez generar un efecto multiplicador en la oferta de productos orgánicos como, carnes bovinas, porcinas, caprinas y otras de granja, paralelamente a los excedentes de granos que integran el suplemento balanceado, tales como el maíz y soja, cultivos tradicionales de estas colonias.

Las particularidades de la topografía de esta zona, y la conformación edafológica de sus suelos, en su mayor extensión, impiden la mecanización en las técnicas de labranza, lo que resalta la nobleza del buey como tracción del artesanal arado empuñado por el colono y cuyas ordenes resultan fielmente interpretadas por este animal, al que por años se le han dedicado singular atención y aprestamiento. La lentitud de esta labor, en contraste con las máquinas, ofrece una gran ventaja, impide la compactación del suelo, condición importante ante la presencia de arcillas alumínicas y férricas.

La fertilización, con la técnica de labranza mencionada y en su momento de aplicación, se efectúa manualmente con imaginativos medios de distribución.

El clima subtropical y el régimen de lluvias, crean el ambiente ideal para el desarrollo de malezas, y resulta fundamental su combate para que las mismas no compitan ni asfixien al cultivo. La no aplicación de herbicidas requiere de una permanente actividad manual, que solo disminuye en la temporada invernal. El machete y la azada, resultan las herramientas adecuadas y alternadas de acuerdo a la magnitud de la proliferación de las malezas y su porte. Hombres y mujeres acometen esta sacrificada labor.

Para ingresar a la producción orgánica, certificada por especialistas reconocidos y entes gubernamentales específicos a través de capacitación y seguimiento, se requirieron 36 meses exigidos para el reconocimiento de tal condición. Aun los sacrificios que demandaron los cambios en las técnicas de manejo de cultivos, 800 (ochocientos) productores ingresaron al programa, disponiendo sus pequeñas explotaciones que en suma representan 23523 hectáreas, y donde los cultivos de caña cubren una superficie de 1500 hectáreas, disponiendo la diferencia para ampliar el área cañera de acuerdo a la capacidad instalada del ingenio actual, o diversificar sus producciones según la demanda de los mercados orgánicos, en amplia expansión por la tendencia de los consumidores que en mayor número exigen mayor calidad y sanidad de los alimentos.

Capacitación, experimentación con variedades seleccionadas de caña de azúcar para adoptar las mas convenientes en cuanto a su adaptación, desarrollo, rendimientos y resistencia a condiciones climáticas, asistencia permanente a los productores, llevadas a cabo por el Departamento Agrícola del ingenio San Javier con los aportes de Especialistas de la organización certificadora de la producción orgánica, del SENASA y de la Universidad Nacional de Misiones, sumados a la excelente disposición de los Productores, garantizaron el éxito de este programa. Con la adecuación tecnológica que se ejecutó paralelamente en las instalaciones del ingenio y su manejo por Profesionales y Personal especialmente capacitados, ya en el año 1998 se logró el principal producto final de Azúcar Orgánico, con una calidad demostrada por los resultados del análisis, cumpliendo con los parámetros más exigentes de los mercados internacionales, y avalado por las exportaciones del máximo porcentaje de lo producido, a países de la Comunidad Europea.

Transformación del proceso industrial: La decisión de reconvertir o transformar los cultivos convencionales de caña de azúcar ( cuyo aporte como materia prima se procesó desde el origen del ingenio San Javier ) al manejo orgánico, requirió del Estado Provincial todo el esfuerzo económico, para introducir todas las modificaciones tecnológicas que el proceso industrial debía reunir hasta su etapa final para arrojar un producto que las exigencias de normativas nacionales e internacionales, permiten calificar como orgánico. Durante los períodos ínter zafras, año 1997- 1998 – 1999, se ejecutaron obras civiles en la parte edilicia del ingenio que operó desde 1960, partiendo del patio de caña, donde ingresa la materia prima proveniente de las chacras, continuando con el espacio más amplio que encierra todo el equipamiento clave del proceso, sistemas de molienda, clarificación, evaporación, cocimiento, centrifugación y secado. Estas obras garantizaron un ambiente adecuado en cuanto a higiene, ventilación forzada a gradiente positivo y otras que evitan cualquier tipo de contaminación exterior. En estas condiciones, la nave principal, albergó el equipamiento de la nueva tecnología del proceso, reemplazando componentes incompatibles con lo orgánico, y aislando otros como calderas e instalaciones de destilación de alcoholes, para evitar toda posibilidad de intercambio de residuos y vapores contaminantes.

Un laboratorio debidamente equipado y dirigido por Profesionales y Técnicos especialistas, realiza permanentemente análisis de cada etapa del proceso a la vista, velando los resultados y provocando la requerida regulación para lograr la excelencia en el resultado final.

Continuando la cadena edilicia, se encuentra el sector de fraccionado y envasado del azúcar cristalizado proveniente de la nave del proceso. Este ambiente se ha dispuesto con el acondicionamiento y aislamiento total que garantiza los parámetros de calidad de producción a envase cerrado.

La línea del proceso culmina en los depósitos de almacenamiento y expedición, donde la infraestructura edilicia garantiza las condiciones propicias que no alteren los lotes terminados ( humedad, temperatura, etc ).

De la zafra 1999, con materia prima certificada como orgánica, surgió la primera producción de azúcar proveniente de un proceso industrial, que aseguró su condición con los parámetros fisicoquímicos y microbiológicos, exigibles por las normas vigentes.

Este resultado, logrado en el período de tiempo exacto, demostró que el objetivo de reconvertir el tradicional esquema productivo a su alternativo orgánico, no era una utopía, sino factible con voluntades, convicción y acciones con una misma orientación.

Gerenciamiento, control de gestión y administración del Programa: La reconversión productiva decidida a partir del minucioso análisis de situación que planteaba este sector, en una instancia de crisis económica ( consecuencia de factores internos y externos, cambios en las reglas de mercados, desregulaciones, sobreofertas, medidas proteccionistas y de subsidios a esta producción en países vecinos ), exigió una planificación de etapas, cuya secuencia debía cumplirse con la mayor exactitud posible para lograr el empalme en tiempo y forma de dos líneas que se desarrollan a la par; la producción alternativa y la del proceso industrial adaptado.

El Estado Provincial depositó su confianza, y delegó en el Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial ( IFAI ), el Gerenciamiento y Administración del Ingenio Azucarero San Javier, y la coordinación del programa de Reconversión Productiva de la cuenca cañera.

Con la trayectoria y experiencia, de un Organismo Autárquico creado para desarrollar y ejecutar planes y programas de fomento e inversión como lo indica su nombre, con una firme conducción, el IFAI dispuso su Gerencia y Departamentos específicos al servicio del emprendimiento, destinando en el ingenio una estructura humana de administración y gestión del Programa, en la planta industrial y en el extensionismo a productores.

Sin perder la línea trazada en el camino de la reconversión, con una respuesta clara de los productores, que recuperaron la confianza y volcaron todo su esfuerzo a labrar sus tierras, volver a sembrar o recuperar cultivos que en su momento parecieron destinados al abandono, se restableció el eslabonamiento de la cadena productiva y su culminación en la comercialización del azúcar y sus derivados, melazas, alcoholes y licores.

Restablecimiento del espectro socioeconómico de la subregión: La reactivación del ingenio azucarero, eje motriz de la economía de la zona, permitió no solo restaurar los ingresos a sus beneficiarios directos, sino a los que indirectamente se nutrieron de la misma. Con epicentro en la localidad de San Javier, otros ocho municipios integran la cuenca cañera, apoyando con convicción la necesidad de reconvertir el área tabacalera, preocupados por la salud de quienes se dedican a esta actividad y su magra retribución. Las explotaciones con cultivos de caña, en especial de las 800 originalmente certificadas como orgánicas que integran el programa, se insertan en un marco de 200.000 hectáreas, alternadas con las destinadas a otras producciones. Esta dispersión, implica un mayor costo, desde las tareas de extensionismo y seguimiento, hasta el traslado de la materia prima al ingenio, por lo que las políticas de diversificación y desarrollo deben apuntar a la diversificación de la cuenca orgánica. Pero la realidad económica actual, es que la actividad principal, demanda la participación de sus conexas, fleteros, talleres, proveedurías, servicios y otras, conformando un universo donde participan y del que dependen miles de familias misioneras.

Activada gradualmente la reconversión productiva, el período de 36 meses exigidos como transición de un esquema convencional a orgánico, arrojó de las dos primeras zafras y de su proceso industrial, el producto denominado azúcar en transición, así como sus derivados. Si bien su calidad resultó destacada comparativamente, su comercialización se realizó en el marco de precios del mercado convencional interno, de rápida colocación. Aunque el resultado de su venta retroalimentó el circuito financiero del Programa y fundamentalmente movilizó la economía regional, los mayores costos de esta producción ya diferenciada, debieran ser soportados por el Estado Provincial. Estos mayores costos surgían de una retribución al productor acorde a su esfuerzo, contemplando la merma de la productividad de sus cañaverales ( propia del cambio de las técnicas de manejo en esta etapa ); del permanente seguimiento con extensionismo y capacitación; de la retribución en honorarios y gastos de la organización certificadora y entes gubernamentales específicos; y de la mayor dedicación de la estructura del programa de la etapa Interzafra para culminar con la adecuación del establecimiento industrial.

De la zafra 1998, surgieron del ingenio San Javier dos productos finales, azúcar orgánico en transición resultado del proceso de materia prima que no había alcanzado los 36 meses exigidos, y las primeras 521 toneladas de azúcar orgánico debidamente certificadas, como logro de la meta propuesta.

Comenzó en este instante el desafío que se impone a todo emprendimiento, optimizar la ecuación Producción – Costos – Comercialización – Rentabilidad, para afianzar el objetivo trazado.

Las zafras 1999 y 2000, arrojaron una producción de azúcar orgánico de 1000 y 2000 toneladas respectivamente.

La promoción del producto en mercados internacionales selectivos, y la acreditación de los parámetros de calidad más exigentes, coronaron el éxito en los años 1999 y 2000 con la colocación del azúcar orgánico en los Estados Unidos de Norteamérica y países de la Comunidad Europea, comprometiéndose antes de la zafra del presente 2001, la totalidad estimada que surja del Ingenio Azucarero San Javier.

Las diferencias de precios de este producto orgánico en contraste con el del azúcar convencional, según las reglas del mercado vigentes en la actividad, y el marco de oferta – competencia donde operan los pocos países productores del primero , auguran buenas perspectivas futuras para la actividad y por ende para sus destinatarios.

Dificultades para aplicar los cambios necesarios durante la ejecución del plan: Quizás la crisis nacional e internacional por la que atravesaba la producción cañera azucarera, su repercusión local con la consecuente quiebra de la Cooperativa Azucarera San Javier, el cese de la actividad y cierre de su ingenio, con su gran impacto desalentador desde lo social a lo económico en el amplio ámbito geográfico de la provincia de Misiones donde histórica y culturalmente se desarrolló, generaron un espíritu predispuesto a vencer esta adversidad y encarar otras alternativas para canalizar la vocación de trabajo.

Analizada la propuesta de reconversión minuciosamente evaluada y convenientemente formulada, la práctica asociativa desarrollada por los productores se movilizó con convicción para perseguir este objetivo.

Resulto así sencillo vencer y sobrellevar dificultades, no porque no surgieran durante tan prolongado lapso, en el que la adaptación a nuevas técnicas y ansiedades por futuros resultados, aparecieron como interrogantes, dudas, que en definitiva repercutían como sinónimos de aquellas.

En la actualidad, subsisten algunas dificultades en cuanto a asumir los cambios provocados por la globalización de las economías y recuerdos de modelos ya perimidos de subsidiaridad y asistencialismo. La mayoría ha asumido que el único camino para preservar su rentabilidad e ingresos depende del rendimiento de sus cultivos y de mantener o mejorar la calidad del producto lograda. La realidad competitiva debe contrastar con la de productores con menores niveles comparativos de otros países ( algunos muy próximos como Brasil y Paraguay ) con los que se presentan profundas asimetrías monetarias, subsidios a la producción, degradación de los trabajadores, o de diferente estructura política y social.

Paquete tecnológico aplicado:

Sector Cultivos: El programa contempló el desarrollo de nuevas tecnologías, para el manejo de los cultivos de caña de azúcar y su reconversión a la producción orgánica. Como prioridad, se seleccionaron variedades de caña que en proceso de experimentación, identificaron las más adecuadas a la producción por su adaptación climática, desarrollo y rendimientos.

Las identificadas que superaron a la testigo, fueron multiplicadas y difundidas entre los productores. Otra fase orientó el desarrollo de nuevas técnicas para la obtención de enmiendas orgánicas. La obtención de abono orgánico en chacras demostrativas, consistió en la acumulación de deyecciones líquidas y sólidas de animales ( bovinos, equinos u otros ) sobre una cama de material celulósico ( virutas, aserrines, productos de aserríos de madera sin tratamientos químicos ), a resguardo de la intemperie, elementos que posteriormente sufren un proceso de compostaje a cielo abierto. El producto final así obtenido es una enmienda apta para la aplicación al cultivo orgánico.

Como complemento de la fertilización, se utilizan los residuos del proceso industrial con un tratamiento de fermentación, sedimentación y molido respectivamente, de la cachaza, vinaza y cenizas de caldera.

La composición química mínima del abono orgánico, calculada sobre la base de materia seca resulta:

A partir de desechos animales

_ Materia orgánica 50%

_ Nitrógeno 01%

_ Fósforo 0.7%

_ Potasio 01%

A partir de residuos del ingenio

_ Materia orgánica 50%

_ Nitrógeno 01%

_ Fósforo 03%

_ Potasio 01%

El desarrollo de una agricultura sustentable es básico para formular modelos eficientes, y no meros crecimientos momentáneos basados en el saqueo de la fertilidad de los suelos y de los recursos naturales.

Sector Industrial ( Ingenio ): Orientado a mejorar la calidad del producto terminado y lograr su condición de orgánico, se encaró la modernización, adecuación y reingeniería de proceso del Ingenio San Javier.

En los períodos interzafras durante los 36 meses exigidos para transición, se procedió a ejecutar las obras civiles para que los sectores edilicios reunieran las condiciones ambientales, de salubridad e higiene, acordes al equipamiento adaptado y otros de nueva tecnología, que aquellas instalaciones debían albergar, para obtener el producto final con los parámetros físico químicos y bacteriológicos exigidos como orgánico. Un laboratorio equipado a este efecto y dirigido por Profesionales especializados, verifica permanentemente cada etapa del proceso, regulando las mismas de acuerdo al resultado de cada uno de los análisis, para lograr la excelencia en el resultado final ( ver en objetivos: Transformación del proceso industrial ).

Tratándose de un producto componente de la cadena alimentaria, el mismo requiere que en todas las etapas de la producción, un equipo responsable realice el seguimiento y gestión de calidad. Para ello, el INSTITUTO DE FOMENTO AGROPECUARIO E INDUSTRIAL (IFAI), en el marco de un Convenio de Cooperación y Asistencia Técnica, suscripto con la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales, dependiente de la Universidad Nacional de Misiones, Crearon el área de Gestión de Calidad que formuló la METODOLOGÍA PARA EL DESARROLLO E IMPLEMENTACIÓN DEL SISTEMA DE SEGURIDAD ALIMENTARIA ( Conocido internacionalmente como sistema HACCP ) en el ingenio azucarero San Javier .

El HACCP no constituye un programa por sí solo, sino que forma parte de un sistema de procedimientos de control mayor. Para que el mismo actúe adecuadamente, debe acompañarse de Programas de pre-requisitos como, de buenas prácticas de manufactura y de Procedimientos Operacionales Estándares de Saneamiento.

Los planes HACCP están diseñados para prevenir y controlar los peligros para asegurar la inocuidad de los alimentos, desde que una industria recibe la materia prima, durante la elaboración y hasta la distribución al consumidor.

El corte y recolección de la caña de azúcar certificada como orgánica, es controlado de acuerdo a un cronograma que garantiza que esta materia prima se recepciona en el patio de caña del ingenio en volumen, tiempo y forma, de acuerdo a la capacidad de elaboración del proceso industrial.

Se evitan así acumulaciones de volúmenes en espera, que permitan el ataque de bacterias, pero suficientes para que el proceso no se vea interrumpido por falta de materia prima, con la consecuencia si esto último ocurriera, que del reinicio de la secuencia industrial surgirá un producto final considerado convencional – no orgánico y hasta que todo el circuito se asegure “purgado” de acuerdo a los análisis permanentes del laboratorio de planta.

Sobre el diagrama de flujo del proceso, se verifican permanentemente todas sus etapas, en particular sus puntos críticos definidos en un programa de monitoreo. Están previstas acciones preventivas y correctivas ante posibles situaciones que pongan en riesgo la actividad.

Evaluación técnica y económico – financiera de los resultados ( períodos de dos años ):

En el año 1999 se produjo un millón y medio de kilos con un alto costo de producción lo que obviamente disminuye el margen de rentabilidad, ya que el mismo contenía un componente de alto porcentaje de acondicionamiento de la planta para transformar la producción en orgánica. Los precios a nivel internacional no eran los mejores.

Si bien en el año 2000, se produjeron subas en precios internacionales del azúcar orgánico y la demanda del producto misionero, ya acreditado por su calidad, rondaba las 4.000 toneladas, los cultivos de caña resultaron afectados por condiciones climáticas imprevisibles para la zona como trece heladas sucesivas con valores térmicos promedio de – 10º C, que afectaron y destruyeron el 60 % de la producción. Esta situación fue catalogada como «emergencia agropecuaria», por lo que se apeló al estado nacional en la necesidad de contar con apoyos económicos que paliaran la pérdida de los productores, estimados en $ 525.000.=, y que lamentablemente no fueron satisfechos. Por esta causa, se incrementó la incidencia en los costos de elaboración.

Las previsiones para la zafra del año 2001 son buenas ya que las condiciones climáticas se presentaron sensiblemente mejores a la campaña del año anterior, la superficie plantada es superior y las inversiones que se realizaron fueron menores y se limitaron al mantenimiento de la planta fabril, por lo que los costos incidirán en menor proporción.

Cuadro demostrativo:

AÑO Cantidad Producida Costo de Producción Precio Internacional Promedio Boca de Ingenio
1999 1.558.918 Kg. $ 0,34 $ 0,40
2000 1.900.404 Kg. $ 0,34 $ 0,457

Resultados Ventas Azúcar Orgánico Año 2000:

Mercado Interno: 1.553 Kg. totales, equivalentes a $ 1.460,50 Mercado Externo: 522.000 Kg. totales, equivalentes a $ 279.343.=

INGLATERRA: 507.000 Kg. equivalentes a $ 247.760.=

ALEMANIA: 42.000 Kg. equivalentes a $ 20.460.=

CANADA: 20.000 Kg. equivalentes a $ 8.800.=

CHILE: 3.000 Kg. equivalentes a $ 2.623.=

El stock remanente de la producción 2000, se exportó totalmente en los primeros meses del año 2001.

Gerencia de Gestión y Fomento